Teatro Kabuki
Pocos años más tarde (1629) el gobierno japonés catalogó estas actuaciones de indecentes para la moral pública y prohibió que las mujeres ejecutaran este arte teatral. A partir de este momento, el kabuki, que ya gozaba de buena popularidad, fue representado por actores masculinos, algunos de los cuales se especializaban en papeles femeninos.
Uno de los autores de obras de kabuki más importantes es el conocido Chikamatsu Monzaemon (1653-1725), el cual también escribió muchas obras para bunraku o teatro de marionetas. Las temáticas del teatro fueron evolucionando con el paso del tiempo, haciéndose muy famosas las obras sobre suicidios y dramas humanos. Además, el kabuki se caracteriza por el dinamismo de las representaciones, los cambios frecuentes de escenario, la gesticulación exagerada de los actores y los maquillajes y pelucas utilizados.
También es característico la utilización del hanamichi (花道)o camino de flores, una larga pasarela situada a la izquierda del público que conecta con el escenario y por la que los actores salen y entran de la escena. La pasarela sirve para conectar al público con la escena, creando un ambiente de cercanía.
A partir de la Segunda Guerra Mundial el kabuki sufrió una etapa de declive, pero poco a poco ha vuelto a revitalizarse y en el 2005 fue incluido, al igual que el nogaku y el bunraku, en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.